Una pequeña vuelta de tuerca a lo cotidiano.

Tuesday, September 11, 2007


Día –final-.

Una curiosidad más. Ella, un café, yo, tranquilidad y el eterno juego de las palabras, esta vez hablo su idioma y nada podría hacerme tropezar. Sus ojos eran aún suyos. Siempre le dije que cuando no tuviera pancita yo no le haría falta. A veces pienso en lo certero que soy en mis apreciaciones, lamentablemente no soy igual de asertivo con mis acciones.
Ahora ella, un café, yo y la duda. Leo, escucho dos vueltas más. Sólo quiero decir que la quiero. Sus ojos ya no son suyos. Mira al lado recuerda algo, prefiere no hacer comentarios.
Desde mi esquina, un temblor, yo, un café y detras ella. En mi locura había soñado varias noches y todo el día esto. En mi miedo prefería no soñar. No había más. Entiendo.
Ya no queda más. Entrego.

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